El arte en la pintura.
Ernesto Ríos Rocha
Efectivamente el arte empieza cuando el hombre crea;
independientemente en que materia o cosa se lleve a cabo su creatividad. No
precisamente cuando se pinta, se canta, se escribe, etc., se es artista;
podemos hacerlo sin serlo o serlo sin hacerlo.
Primitivamente el arte fue original, por la simple
causa de que no existía en el pintor la malicia y el deseo de la fama; a veces
pretendemos más de la difusión que la calidad artística, sin valernos
propiamente dicho de la pintura para llamarnos pintores, y creo que más que
universalizar lo individual debemos de indivualizar lo universal.
No es la pintura la que está bajo reglas, sino la
corriente pictórica y filosófica; la manera de pintar de cada pintor que se
vuelve doctrina disciplinaria para el mismo, por ello la pintura no tiene leyes
definitivas pues evoluciona constantemente.
Díjose alguna vez que Henry Rousseau no sabía pintar.
¿Qué se quiere decir cuando se afirma que un hombre no sabe pintar?¿Que
desconoce los modos admitidos por una tradición para el empleo de los elementos
artísticos?
Todo artista tiene su propio arte. Rousseau carecía en
la degradación del tono y el claroscuro, las reglas de composición, etc.; pero
en cambio poseía dos virtudes que hicieron de él un gran artista: la de no
poner un color o una línea solamente en la medida en que fuera necesario
expresar lo que veía y sentía; y la de tener una imaginación tan exaltada como
para que él mismo confundiera las imágenes con las cosas reales.
Vimos alguna vez a Cezzane geometrizadao, ¿las formas
instintivas geometrizadas? Una línea lirica estaba naciendo y burlonamente se
le llamó cubismo. Y no falto quién dijera que el cubismo expresaba el mundo de
la tercera dimensión.
El arte no es la artesanía, no es la eficacia o la
habilidad para hacer metódicamente una cosa; no es el conjunto de reglas de una
profesión. El arte solamente es el buen uso de los inesperados estados de ánimo
llamados inspiración, y del ingenio para inventar mejor maneras; y que puede
poseer cualquier humano con síntomas de locuras y de incapacidad para realizar
determinado trabajo. El arte se siente y se huele a primera impresión, sin
rebuscar valores; aunque un mundo lo admire o lo ignore.
El arte es todo aquello: Picasso, Tamayo, Braques,
Rivera, Dalí. Etc.; aunque diferentes, las contradicciones, las críticas, las
leyes geómetras, las imposiciones de valores plásticos, los materiales, las
corrientes y las nuevas tendencias; aunque contrarias, todas conforman la
plástica del arte, así como también toda impresión e idea al convertirse en
forma y color. Lo es también xilografía, mixografia, serigrafía, zicograbado,
etc.; lo es el realismo, surrealismo, neobarroquismo, cubismo, futurismo,
orfismo, irradiantinos, suprematismo, infrarrealismo, antirealismo,
divisionismo, etc.
Cabe señalar al estudioso sinaloense Enrique Félix
Castro, “El Guacho Félix, profesor, universitario, orador, ensayista y crítico,
cuando en su obra “Evolución tardía de la provincia”, dice: “Apreciar el
progreso de la ciencia es sumamente fácil. Apreciar el arte es estar
discutiendo desde el principio del mundo. Nadie desconoce los alcances de la
evolución científica. Todo el mundo discute del arte contemporáneo. La luz
incandescente de Edison es una verdad universal. Los cuadros de Diego Rivera
son una polémica” .Y creo que todavía tiene razón.
Tamayo dice que una pintura debe ser concreta para que
llegue a todos los rincones del mundo. José Clemente Orozco decía que una
pintura debe de ser una idea, nunca una historia. “El tema es para mí un pretexto para la realización de una obra de
arte”, decía el mismo “Por eso puedo pintar lo que me dé la gana, sin que por
ello me sienta ligado a algún compromiso. Durante algún tiempo pinte
prostitutas, gente deforme. No faltó quien dijera que soy un degenerado, sin
embargo soy tan normal como cualquier otro. Yo como artista tanto acepto lo que
hay de bueno como lo que hay de malo en el hombre y lo tomo como haciendo parte
de una unidad”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario