LOS CRITICOS DE ARTE.
Una cosa es ser artista y otra crítico de
arte. No siempre el artista está
preparado para dar una conferencia. Es
mucha la oportunidad que tiene un artista para llegar a ser crítico, porque
tiene la ventaja o el sentido para entender mejor el arte.
Creo que un buen crítico no es el que
publica libros de un mismo tema, aunque los respeto a todos.
Crítico no es aquél que se define un día a
aceptar con sus preceptos a una corriente o estilo convirtiéndolo en absoluto y
hablando sólo de él, defendiéndolo a capa y espada como único, sin aceptar otra
ideología que no fuese ésa.
Crítico es aquél que estudia y entiende no
sólo una ni dos corrientes, las estudia todas, las critica todas y permite que
nazcan y sigan brotando más para trabajar en el tema. Comprender que todas son épocas no absolutas,
y entenderlas representa colaborar históricamente.
Jorge Romero Brest dice de la pintura del
siglo XX: “A pesar de que las posiciones divergen y de que la comprensión de
casi todos los críticos es extremadamente aguda, no tratan de comprender los
brotes de la nueva expresión en función
de una vida futura que también es nada más que brote por ahora, si no de
preceptos aparentemente inconvenientes que a mi modo de ver no hacen sino
retardar el movimiento del progreso”.
Para educar a una sociedad también son
necesarios los debates y críticas artísticas.
En Sinaloa hacen falta. Se debate la historia y la política
demasiado. Tenemos intelectuales pero no
incursionan temáticamente en el arte, en lo que se hace y se debe hacer, porque
a veces la prensa no permite publicaciones en las que se diga la verdad a
sabiendas de que el gobierno y presidencias tienen bien controlada la prensa,
porque hay entre ellos un gran respeto y entendimiento. Por eso, pues, el intelectual no vive siempre
de serlo, vive económicamente mejor cuando se calla o habla a favor como los
“barberos”, aunque los elogios mutuos no siempre dan resultado. Quienes pueden verdaderamente escribir no es,
pues, siempre quien puede publicar. Y
viceversa.
Nadie
trabaja gratis. Pero las verdaderas
ideas no son las que surgen porque nos pagan por hacerlo. Nuestro pueblo, sigue siendo un niño en su
propia vejez.
El
arte se funda a cada instante. El
concepto, polémicamente ha estado cambiando.
Obra del crítico. El fundamento
mundial del arte protéico, aunque desde siempre ha sido omnímodo y enfocado en
lo mismo.
La
cultura es el deseo de acabar con la mal llamada “cultura de hoy” que los
administradores públicos usan para robar.
Un
crítico nunca razona cuando crítica a quien no le dio un “hueso” político o
administrativo, la crítica es más filantrópica y cuando un crítico disuelve la
temática intelectual en algún medio de expresión será para bien de una
sociedad, no de su propio ego exclusivamente.
Quien busca la cultura y se acostumbre, ya
la tiene: la cultura es ésta misma en su deseo de pensarla y saberla.
El mismo público es autor de las malas
obras, mientras no busque entender las buenas.
El arte es el oro escondido bajo piedras,
y para saberlo hay que ir abajo.
El
aprendizaje requiere de trabajo intenso y continuo y algo de sufrimiento.
“¡Ay de la humanidad si no hubiese
sumisos que tienen que enlodarse!”.
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